Desayunaremos rutina, el día último.
Seguiremos sin saludar a los desconocidos.
No se lo merecen...
No tenemos TIEMPO.
Gris diario, mudo tránsito.
Fundido en negro, abismo sin retorno.
El silencio nos aplastará en el acto.
¿Por qué ya no le celebramos
rituales a la muerte?
No hay TIEMPO.
Mejor el exterminio sin boato...
la desaparición anónima.
1 comentario:
Qué difícil (imposible) eso de desaparecer anónimamente. Y que bien suena. Como convertirse en grano de la arena. En las palabras que trae el viento.
Un beso profesora
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