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18 de marzo de 2010

Nervios

Otra vez me he metido en el berenjenal (o fregao, como me dice Pepe) de organizar el Encuentro Cultural en Los Toruños...
Más o menos llevamos los compis y yo amarrando cositas desde noviembre, y a estas alturas aún quedan flecos.
El nivel de estrés es bastante importante, ya que llamar a los ponentes, buscarles alojamiento a los que vienen de fuera, presupuestarlo todo, coordinarme con los compañeros, además de otras muchas labores que conlleva un "trabajo" de gestión cultural en toda regla, hace mella un poco en mi salud mental... sobre todo cuando se lleva a cabo entre clase y clase, en el poco tiempo libre que me queda, y con todas las vicisitudes personales que me abruman.
Pero bueno, ya estamos aquí, y de nuevo, tanto una servidora, como el resto del maravilloso equipo que trabaja en el Parque Metropolitano de Los Toruños, nos podemos llamar afortunados, porque estaremos, por segundo año consecutivo, rodeados de amigos, eso por encima de todo, y enriqueciéndonos con la cultura, el arte y aprendiendo a amar nuestro parque aún más si cabe, acumulando buenos recuerdos en instantáneas que quedarán en la retina para la posteridad.

Hoy es la víspera, y aquí sigo, pegada a mi portátil, para ultimar detalles, presentaciones, guiones. Y mañana al parque tempranito, con chicos y chicas de mi instituto, para que participen en los talleres de pintura en la naturaleza.

Y sí, para que negarlo, estoy nerviosa, y ansiosa porque todo salga bien. Preocupada y en estado de alerta, para que los errores del pasado encuentro no se repitan, para que no se nos note tanto que somos novatos en esto de organizar cosas, y que si no nos sobra presupuesto ni tiempo, si tenemos buena voluntad y altruísmo para repartir.
Sigo nerviosa, y así me mantendré hasta el domingo a las diez de la noche, me temo.
Lo que más me llenará, al mirar hacia atrás, haciendo balance de esta nueva aventura, será tener la certeza de que todos han disfrutado, de que hemos llenado durante un fin de semana al menos, las vidas de cuantos se han acercado a compartir sus momentos con nosotros.
Por eso, pese a los nervios y la preocupación, no tengo más que agradeceros que como siempre, estéis ahí.
Gracias amigos, por la fuerza, el cariño y apoyo que me brindáis.
Un beso y salud.

3 comentarios:

trovador errante dijo...

Buen trabajo Charo, mucha suerte y "ante todo mucha calma".

Un abrazo,
Kike

Charo Barrios dijo...

Hola Charo: solo decirte que ayer escuché tus versos dedicados a la diseñadora Eva Zamorano. Tienes sensibilidad y buen gusto para todo. Un beso.

Anónimo dijo...

To be a adroit benign being is to be enduring a make of openness to the mankind, an ability to trust unsure things beyond your own restrain, that can front you to be shattered in uncommonly extreme circumstances as which you were not to blame. That says something remarkably important about the get of the righteous life: that it is based on a trustworthiness in the up in the air and on a willingness to be exposed; it's based on being more like a spy than like a sparkler, something fairly feeble, but whose acutely special beauty is inseparable from that fragility.