Unas impresiones acerca del micro-taller de poesía erótica

Disfruté. Disfrutamos.

El tiempo fuera no acompañó demasiado, y hubo gente que se desmarcó y prefirió quedarse en casa, al abrigo del sofá y la televisión. Pero aún así, un poco más de la mitad de las plazas cubiertas. En cuanto a las fresas y el sirope de chocolate... cupimos a más. He ahí alguna de las ventajas.

Pero llegó más gente, y el sitio se llenó de amigos, con ganas de té, café y versos.

Unimos mesas, nos sentamos alrededor, papel y bolígrafo en mano.  Música, dulces, y la mejor poesía seleccionada de nuestra lengua, sobre nuestra lengua encendida por cierta excitación ácida.

Textos que surgen, creatividad pura en los dedos. Voz que dicta los movimientos de un cadáver exquisito.

Simbólica necrofilia en el chascarrillo de una de las grandes de la poesía actual, muy mujer, muy persona: Josefa Parra.

Ella y yo, compartiendo amistad, poemas y gatos.
Toda la sensualidad posible una bella tarde de primavera en Alejandría.
Disfruté. Disfrutamos. Repetiremos...

Más en el Blog de Nurya, poeta de Algeciras, asistente al taller. ¡Gracias!