Este poema está dedicado a mis primos: Laura, Cristina, Elena, Alberto, Olga, Antonio, José Carlos, Jose, María,... y a mi padre.
A aquellos que jugábamos (y peleábamos, y crecíamos) en la playa, pasando veranos que entonces nos parecían inagotables, y nos sentíamos unidos, como la familia que éramos (y quizás aún somos), porque no concebíamos otra opción distinta a la de querernos, por encima de todo.
La memoria, huidiza pasajera, oscuro destello de
voces y sonidos, de mareas profundas
en las que buscamos nuestras raíces olvidadas.
© Luis García Gil
La memoria, huidiza pasajera, oscuro destello de
voces y sonidos, de mareas profundas
en las que buscamos nuestras raíces olvidadas.
© Luis García Gil
Verano
1985. Añil intenso.
Saltábamos las olas.
Reíamos a gritos.
Era Dios quien nos cuidaba.
Ahora lo sé.
En la orilla
vigilaba nuestros juegos.
Bastaba
buscarlo con los ojos.
Sonreía.
Vigía incansable
del presente infinito.
Brújula necesaria
para futuros lejanos,
ya vividos.
Pero era inevitable.
Construimos castillos
con la misma arena
de los relojes.
Y ellos llamaron al viento.
En él se deshicieron
todos los veranos,
incluso aquel
donde estábamos todos aún
y eso era lo importante.
© Rosario Troncoso
"Delirios y Mareas" (2008)
1985. Añil intenso.
Saltábamos las olas.
Reíamos a gritos.
Era Dios quien nos cuidaba.
Ahora lo sé.
En la orilla
vigilaba nuestros juegos.
Bastaba
buscarlo con los ojos.
Sonreía.
Vigía incansable
del presente infinito.
Brújula necesaria
para futuros lejanos,
ya vividos.
Pero era inevitable.
Construimos castillos
con la misma arena
de los relojes.
Y ellos llamaron al viento.
En él se deshicieron
todos los veranos,
incluso aquel
donde estábamos todos aún
y eso era lo importante.
© Rosario Troncoso
"Delirios y Mareas" (2008)
5 comentarios:
Ahora que me lo pones tan fácil te diré que este poema, tan íntimo; de alguna manera, tan de todos; se dibuja tan cómodo aquí, justo detrás de la retina, quiero decir, en el corazón. Sin embargo en él habita una paradoja hermosa tras esa sutileza como de andar por casa. En defintiva, que su llanura lo acaba de convertir, de entre todos tus poemas, en uno de mis preferidos.
Un besazo Charo,
tu amigo.
Gracias Edu.
De corazón, gracias.
Tus palabras me reconfortan. Me alegra que te agrade este poema, sincero en forma y contenido.
Igual que tú, que también eres sincero, en tu contenido y en tu forma.
Un abrazo fuerte y muchos besotes.
Y a ver si nos vemos pronto (con comida exótica de Pepe también).
Tu amiga Charo.
Charo, me resonó a esa infancia y esas sensaciones que gracias al mismo dios, aún siguen presentes, en su raíz esencia de familia, calor y eternidad.
Un beso igual de sincero
Mi trovador errante invadiendo mi ático!! Me encanta!!!
Gracias también por gastar un poquito de tu tiempo en leer mis cosillas!! Yo me paso también por tu rincón. Te voy a comentar más!!!
Me gusta lo que haces. Elegante, muy sincero también, de letras sólidas, firmes, pero que seducen, acarician los sentidos.
¡Un beso enorme!
Querida Charo,
Desde la primera vez que lo leí me pareció un bellísimo poema. Te agradezco nuevamente que escogieras una cita de un poema mío para encabezarlo. Un beso muy fuerte.
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