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30 de noviembre de 2008

Elogio de la mujer grande

Para mujer pequeña no hay comparación:
terrenal paraíso y gran consolación ,
recreo y alegría, placer y bendición,
mejor es en la prueba que en la salutación.
(Elogio de la mujer chiquita)
Arcipreste de Hita



Quiero ser breve, señores, en mi exposición
Y es que siempre tiendo a extender la disertación
Y de mujer grande por propia constitución
haré, por lo que me toca, un elogio, con pasión.

Quien prefiera chica a grande debe estar loco.
Rotundos pechos, piernas infinitas: no es poco.
Antiguas e inmensas diosas, venid, yo os evoco.
libradme de este tonto y vergonzante sofoco.

De que alabe a las grandes el Amor me hizo ruego;
habré de instruir a los hombres en el arte y el juego
satisfacer a la gran hembra es jugar con fuego
no es burda empresa, ni se dejará para luego.

Son muy cálidas por fuera, en la pasión, hirvientes
para el placer carnal, audaces, complacientes.
Más cuidado, su inteligencia sabrá si mientes
descubrirán tu engaño, te dejaran sin dientes…

Elegid grandes mujeres, será mucho mejor
(no por despreciar chicas, eso es cosa de amor)
y si altas miras tenéis, escoged con honor
mujer grande y elegante. Nunca será un error.

Si al lado de gran dama encuentras tranquilidad
llenarás tu vida, alejarás la oscuridad.
Los días serán grandes, más grande la bondad;
Sin duda alguna, llegaste a tu felicidad.
© Rosario Troncoso

1 comentario:

Juan Jesús Payán dijo...

Hola, mujer grande. Este mensajito cómplice es tan pequeño como todos somos. Confío en que crezca al contacto de tus palabras.

En cuanto a nuestros proyectos cómplices, pronto me tendrás en Cádiz (el mismo día 23 o 24). Será un placer maullar contigo algunos poemas. ;)

Beso,
J