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6 de mayo de 2009

Suicidio prescriptivo


No. Yo no quiero formar parte de esto.
De tanta estupidez tóxica.
De tanta miseria cerebral contagiosa.
Pobredumbre del espíritu.
La pandemia peor:
edematiza el alma,
gangrena la voz,
cristaliza los sueños...

No. Yo no quiero formar parte de esto.

Hoy han encontrado mi cadáver
en avanzado estado de autocompasión
y restos de Dios bajo las uñas...

6 comentarios:

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Te felicito, es muy original, incluso apocalíptico. Me encantó.
Un saludo

manolo rubiales dijo...

Fantástica composición Rosario, has llenado tus versos de unas imágenes verdaderamente rebosantes de rabia contenida, porque, tal vez, sea esa sensación el preludio de esa autocompasión que a todos, al final, nos acaba vistiendo.

Vino y besos

ralero dijo...

Difícil caso para la medicina forense...

Me encantó. Es especial los tres últimos versos (aunque esos restos seguro que no eran de dios alguno).

Abrazos.

Sergio Astorga dijo...

Rosario, me gustó la fuerza y la increpación final.
Que sólo se culpe a la existencia de mi muerte, porque las divinidades no tienen explicación
Un abrazo prescrito.
Sergio Astorga

Amparo dijo...

Nada como situarse de vez en cuando ante tanta majadería (que esa sí que es contagiosa), mejor retirarse y reflexionar, mostrarlo con un poema como haces tú, directa al meollo. Diste en la clave amiga.
Abrazos giganges.

Juan Manuel Juanmusgo Zúñiga Arias dijo...

YO TAMPOCO!!!

Excelente :)