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24 de octubre de 2010

Un poema de "Juguetes de Dios", para todos y todas, desde mi rincón, a veces en penumbra.

Muertas las musas

Sólo es hermoso el pájaro cuando muere

destruido por la poesía.

Leopoldo María Panero



Cuando mueren las musas,
se pudre la voz.

Y son las palabras
fuegos fatuos.
Palabras huérganas
del idioma interno
de la propia existencia.

Y caen miles de poemas rotos
como perlas desorientadas
de collar arrancado de golpe,
en un amasijo de letras al aire.

Si mueren las musas,
no hay cura posible
para la mediocridad.
Se extiende la epidemia
de poetas terminales.

A veces se ve alguno,
inmóvil sobre el asfalto,
ya cadáver,
mientras sombras pseudónimas
no editadas,
sobrevuelan la carroña
hasta el ridículo.

© Rosario Troncoso
Extraído de "Juguetes de Dios". CVA Ediciones. 2009.

6 comentarios:

Paco Velázquez dijo...

Se muere la voz, se muere el corazón.

Jesús Garrido dijo...

cuando están a punto de morir las mías las revivo

Viajero del tiempo dijo...

Mi joven y lejana amiga:
Los rincones en penumbra no son buenos salvo para ejercitar el arte de la poesía, que transmuta en colores lo que sólo son sombras. Cuando la penumbra invada tus rincones, abre de golpe todas las ventanas y que el aire se extienda por las salas; aspira el aire, y siente.

Rosario Troncoso dijo...

Paco, te mando un beso enorme y un abrazo.
A ver si nos vemos pronto.

Rosario Troncoso dijo...

Jesús, sabias palabras.
Revívelas siempre, merece la pena.

Rosario Troncoso dijo...

Querido viajero intemporal:
Gracias por tus palabras, siempre inquietantes, aunque me reconfortan el espíritu.
Muchos besos, cercanos.