A mi madre
A mi madre
de mandarinas y palabras
de aceite, azúcar y de pan.
Diste todas tus jóvenes mañanas
a las mías recién amanecidas,
para que tu cariño inagotable,
y tu risa, se grabaran en mi alma,
nada más abrir los ojos y
alivias
mi dolor.
Abrazándome fuerte.Para que la inercia del mundo
no me llevara aún, tan pronto…
Pero el tiempo ya tira de mis manos.
Y nos aleja, irremediablemente.
Y tengo tanto miedo...
Cóseme, mamá, otra vez las costuras.
con música de viernes.
para que nunca se abran
para nunca romperme.
Y que nunca me quede yo sin ti.
Ven a buscarme. Arrópame.
Tu voz es suficiente.
4 comentarios:
Precioso...
Precioso...
Muy bonito.
Muy bonito.
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