Vistas de página en total

30 de mayo de 2014

Desde lejos

"Te pintas los ojos con crueldad".
Ese fue tu reproche. Ahora se cumplen catorce años. 
Catorce años ya, de la misma sombra de ojos, tan cruel, según tú.
Y ahora pienso, desde el otro lado, que lo realmente insoportable era que me observaras, siempre distante, siempre desde lejos.

......................................................................................

Te besé a los dieciséis años, en septiembre.
Yo soñaba contigo desde primeros de agosto.
Solías quedarte a nadar solo. La piscina para ti,  hasta la hora del cierre, y el vigilante siempre te obligaba a salir del agua, y a volver empapado hasta tu casa de verano, dejando tras de ti un reguero adolescente de cloro e ideas descabelladas. Sabías que te observaba desde mi ventana. 
Un par de noches antes, conseguí que me abrazaras con fuerza en mi motocicleta roja. Quería sentirte, y quizás era deseo. 
Los últimos coletazos de la infancia, que llegaban con retraso, se perdieron en algún lugar del asfalto. 
Me gustaba conducir con furia, y podía, algunos instantes, notarte el miedo.
Eran mis dieciséis años, y tus diecisiete, casi dieciocho. Y fue mi premio, solo para mis labios. 
Regresaste a la ciudad. Dicen que te ahogaste en una marea de prisa en el metro, a primeros de agosto. Dicen que amanecí con las entrañas secas y aplastadas por una tonelada de costumbre.

...................................................................................

(...) Y hay quien levanta andamios
para que no se caiga: gente atenta.
(Curioso, que en inglés scaffold signifique
a la vez andamio y cadalso.)

De uno de mis poemas de cabecera, "El arquitrabe" de Jaime Gil de Biedma...
         



No hay comentarios: